Letanía del Desencuentro.

Quién podría imaginar tanto silencio,
tú frente a tu orgullo de piedra
yo frente a tu boca que no masticaba palabra.
Hubo que profanar ante el viento

aquellas reliquias que fueron deseos
yo volcado como bajel en tu mar,
tú impenetrable como búnker en los riscos.

Avasallado al pensamiento,
busqué el espacio exacto
de llevarte hasta mis brazos cansados de espera,
y te alejabas.
Le hablé a tus oídos y no fui escuchado
le hablé a tu silencio con voz de recuerdo,
a tu alma que entre ojos preferían
mejor los besos que nunca nunca
en mi vida había dado con tanta tibieza.

Vacío regresé tras la puesta del Sol
a mi soledad de puertas abiertas.
A pesar de aquel viaje largo que tomé a tu encuentro.
Del que anduve navegando
entre océanos aislados de incertidumbre
entre costas, cocoteros
y edificaciones de bello placer frente al mar.No encontré motivos
para decirle que ha éste silencio entre dos,
ha éste silencio infausto,
ha ésta letanía encorvada
no le cabe olvido aunque muera,
aunque mueras,
aunque nos muramos los dos.

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