El monstruo del lago nunca fue tan feliz en la
vida.
Aquel día que emigró con el gran diluvio hasta el
lago Ness, en Escocia.
Jamás pensó que iba a ser una gran leyenda de
atractivo turístico, 1500 años después
en la imaginación de los mortales que aun secuestran su falsa historia en las
mentes débiles de sus sucesores. Sobre aquel caballo místico que sin necesidad
de pasaporte, residencia o seguro social, vino del mar y aterró por siglos una
pequeña población pesquera que estaban a orillas de aquel gran lago.
Aun su espectro sale en horas de la noche y de vez
en cuando en horas del día
a mitigar el miedo que le provoca
el solo pensar que una fuerte sequía seque el gran lago
y le robe
la fama que ha labrado en siglos sin mover una sola escama.
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