No es que sienta esperanza de tu abrazo.
Pero algo queda, aun cercano de esta lejanía
aun lejano de encontrarnos frente a frente y sin escasos besos.
Y deshojarnos por completos hasta la raíz
y salvarnos de aquella espina hasta sangrar la inocente cobardía,
que frustró nuestra unión eterna entre dilemas e inciertos.
No es que sienta esperanza de tus besos
a media asta de esta agonía
al saludarnos o despedirnos, siquiera.
Pero algo en tu presencia quebranta aquí en mi alma
la fría oscuridad... que no es tan fría a ratos.
cuando estalla en tu mirada de fluorescencia bengala
aquella luz que me guía en lo oscuro a mí mismo.
¡Lo sabes!
Has visto siempre en mis ojos el niño que soy en tu presencia.
Has escuchado en mi silencio aquello que a palabras en mi boca
no mastico con delicados gestos ni letanías.
Has sentido que hasta en el respiro que se asienta a tu hombro,
al darnos el abrazo que no condena, sin inmutar...
lo inquieta que es esta alma que solo encuentra paz tu lado...
y cuando a tu lado me encuentro conmigo mismo
Espalda al mundo y a nuestro lejano olvido.
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