Fugaz

Insomne la noche pasa por mi ventana.
Estas cuatro paredes miopes trituran la cordura angosta
que queda desde donde la pienso hasta la puerta.

La noche es oscura entre estrellas fugaces.
Las ventanas abiertas devoran los fantasmas
que se escapan de mis manos.
La luna restrega en mi rostro cabizbajo
la ausencia del día y el aire que transita
desde los rincones más absurdos de mi inocencia.

Cavilo, la noche es fría, mayo aun es joven
y mis veinticinco primaveras pesan más
que aquéllas que aun me restan por vivir
que aun me restan por matar.
Ensimismado en mi delirio llevo en mi rostro
el interminable gesto de tristeza
hasta la almohada que acomoda en si
el sueño, la ilusión marchita, el trabajoso día
que traigo a cuesta, caminando bajo.
Mientras pasajera la noche pasa,
La noche pasa,
la noche pasa y nace el día.

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