La tierra de la eterna primavera


Jarabacoa. Rep, Dominicana




























Que bella es mi tierra en primavera,
de campos verdes, montañas y praderas.
Sentir de piel bajo el sol fresco,
que se oculta silenciosamente en el horizonte.
Es de mi tierra la primavera
en presencia de sus claras noches,
cielos encantados, sonidos y estrellas.
Es de mi tierra el despertar de la mañana
de olores frescos y mojados.
De amapolas, café colado y azucenas.
El despertar afrodisíaco
de vientos que susurran al oído y se cuela 
por las ventanas que se abren a los rayos del sol
que acarician nuestras mejillas.

Deslumbrante es el crepúsculo
en sus noches y  en sus madrugadas  
con su bruma, lechuzas centinelas y sus grillos.
Seductora de miradas distantes
y de oídos presto a escuchar a sus pájaros cantores.
El correr de sus ríos plagados de peces insomne
conformes con sus lilas  y sus piedras.
Adaptado a sus canales de riesgos.
Que provee a los cultivos, al ganado
y todo el que labra en su corteza
de  alegría y  esperanza.
Que bella es mi tierra en primavera
Lejana de cualquier realidad
Y testigo de su existencia.

No hay comentarios: